Ya llegó. Se filtró apenas ayer, entre penumbras azules de entre semana con rabia de primaveras recalentadas y amagos de tormentas; entre el recuerdo de viajes iniciáticos que nos empujan la energía. Con la euforia nos perseguía paciente Junio entre calles vacías y terrazas de pueblo, rozando a un personal resignado de ilusiones. Por fin,  llegó entre sueños, Eternoretornista de elipses espirales que apuntaban al reflejo de una ventana amanecida. Llegó avisando… y puntual llega. Aún así nos pilló desprevenidos.

Somos tiempo, invadidos de horas, que nos inundan hasta el desplome una biografía desbordada en afluentes, mares, goteras… serpientes inquietas que buscan su destino a mordidas envenenadas.
Junio es el mes clave, portando la mínima eternidad de los tiempos muertos que enlazan mitades de año. Así dejará parir el verano caliente de un San Juan que ansía arder lo que queda de arder, mientras nos freímos para agonizar resucitando en un último tercio de época con corazones lúcidos.

Tras el empacho del pan y circo de un Mayo infartado, Junio nos mostrará el postre dulce y bicolor de otro torneo del siglo, celebrado por pocos rojos y muchas gualdas. Se pondrá así un paréntesis a lienzos blancos que todavía ríen dejando secar lágrimas secas entre colchones. En todo caso, tras la alegría o decepción, en Junio se apuntalará el penúltimo rejón a España, por fin, entre asesinos que cuelgan retratos sonrientes por las calles sobre gritos de revolución de odio, que será sinfonía de capital. Mes que así, tan intenso, sin comenzar, ya no cabe en sí mismo, haciendo de sus santorales, metáforas, y de su calor, temblor.

Pero entre esa visión abotargada que escuece la existencia en plasma, siempre habrá momentos que dejarán brotar sangre fresca de pétalos de mujer en flor mientras la Natura  seguirá desde los Cielos su trabajo invisible que, fuera de la matrix, abra la alegría de una Vida. Palabra que es más que un proyecto para temerosos que se dejan organizar por mentiras para, en su queja perpetua, evitar la embestida a escudos de cartón piedra.

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