Es un jueves caliente. Se inaugura oficialmente una campaña que no interesa a nadie y es víspera del día de Europa. Un jueves preñado, pues, de mitos posmodernos e ilusiones ya tan rancias.
Salgo en la tarde en día de bochornazo hacia la puerta de Alcalá bajo un cielo recalantado en gris. Hacia la feria del libro otoñal en Recoletos, que sigue su ritmo entre paseos, veo que la policía corta la calle.

 

– “hay manifestación» me dice la sonriente poli rubia
Cierto, desde la diosa Cibeles se ve un alboroto juvenil de mantras y protesta. Los chicos se han pirado la tarde del jueves y van a Educación entre cánticos a pedir becas. Les hago dos fotos con el fondo de Palacio y Gran Vía para ver si consigo dar un poco de estética al entusiasmo juvenil antes de abrirme, sin más, por las calles castizas.
Y es que hay cita, y grande, en el Ateneo. En una tierra donde dicen que no se lee nada vamos a presentación diaria de libro. Este es curioso, nos habla del primer intento de parlamentarismo español en época iniciática de la edad contemporánea donde se fragua el nacimiento de “naciones de ciudadanos libres e iguales”. Lo ha dicho Esperanza Aguirre, mirando al ciudadano de su izquierda. Un ciudadano éste, autor de libros e imperios mediáticos, gestionador de secretos de la corte y posiblemente el español mejor informado en las últimas décadas. Ciudadano con K de Kane, Pedro J Ramírez.
Son las 8 de la tarde y desde hace una hora han llegando prohombres congregados al Ateneo. El famoso establishment, el who’s-who madriles, los portavoces del en-Madrid-no-se-habla-de-otra-cosa, porque ellos se creen que son Madrid y casi España, han entrado poco a poco ante la sobria mirada de las pinturas con barba y gafas decimonónicas de los eternos habitantes de este ilustre local. 
La primera en llegar es Esperanza de blanco. Presentada en el estrado con linaje de apellidos, Gil de Biedma, marquesa consorte, Grande de España. Contrasta el blanco neto y la melena rubia con la esposa del Ciudadano que llega en loor de colores efervescentes y corazones rayados, gesto tremendista de ojos fijos, portando una hija sonriente de amarillo con pañuelo rojo en patriotismo liberal-naif.
Un ex presidente con sonrisa optimista-antropológica acompaña en la foto de presentación a la sonrisa Aznar de la alcaldesa y al gesto irónico-manchego de un Bono rejuvenecido y casi de tupé. 
Habían pasado antes veloces ex ministros como Zaplana, el último del PP feo y currante que sonríe humilde y posa a su pesar «no, si yo ya…». Ana de Palacio, Rosa Díez, Florentino ya está dentro, apellidos de oro y banca con K, y hasta una rubia que habla tan engolada de la moda juvenil.
Todos, en fin, bueno casi. Lo matiza Pedro J en su intervención cuando saluda en amnesia jocosa al “Presidente del gobierno y jefe de la oposición… ah, eso es de hace dos años”. Bono lo había acuñado antes con sus jotas forzadas entre Neruda y Heráclito recitando “Somos los mismos pero no somos los de entonces», o filosofando  sobre aguas “no nos podemos bañar dos veces en el mismo río pero nos invitas a tu piscina, Pedo” o sentenciando “tú que removiste aguas a su favor – del presi ausente – pidiendo el voto para él. Ayudaste a la molienda popular y acabaste hecho polvo”. Brillante y agudo está hoy Bono, gustándose desde su “contradictoria amistad” con el protagonista.
Pedro J sonríe lleno de sí mismo, como diríamos en Inglaterra. Califica a sus dos presentadores políticos como “la mujer y el hombre que no llegaron”. El ha llegado, si, en dos años desde el Naufragio a la Desventura, comienza declamando en lamento “lo que cambia el poder a algunas personas” y termina reclamando “ideas y ateneísmo” para evitar nuevos dramas.
Nuevos dramas, si, esa es la clave. Esta tarde ateneísta nos resume en horas dos claves de España: el eternoretornismo espiral de su historia y el permanente establishment que te lo cuenta buscando rostros en el presente absoluto para encajar piezas en el continuismo decadente de la Patria.
“No quiero hacer presentismo”, dice Pedro. Pero se hace claro. Hoy toca el “trienio liberal”, que el editor se sacó de los restos de una librería de viejo subastada en internet. Podría haber sido otro episodio nacional, hasta Atapuerca, desde la realidad de las dos Españas de instinto y rabia hasta el parto generador de esa cosa tan mítica que es la Tercera España. Este texto, en fin, es otro gran esfuerzo en 1200 páginas y 120 de notas como pequeños ensayos para entendernos un poco mas, o menos.
La tarde se acaba y salimos llenos de historia y olor a academia. Saludo a Losantos y la calle me recibe con el mismo bochornazo. 
Me topo con la fiesta de Izquierda Unida y pediría una caña pero el camarada dice que tengo que pedir vale a la otra punta. Paso, hago fotos, y me repongo en Casa Paco como en una capilla íntima. De Casa Paco saludo al tío Pepe en colorines iluminando Madrid y tomo rumbo a casa.
De camino, ante la Puerta de Alcalá, la noche quiere seguir cuando Rosa Diez pega 
carteles al lado del Retiro.
 
Queda inaugurada la campaña.

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