Van volviendo, testigos de mi infancia,

de vuelta a ese Edén que fallece en vida.

Y hoy ya palpita, desde la distancia,

un viejo latido que nunca olvida.

Se desarrolla un eco, en mi estancia

al mirar tus cuadros. ¡Hoy tan herida,

salita de recuerdos! se ilumina

en palacio y con tu risa, Regina.

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