Qué interesan es todo. Acudimos a un lleno inédito en un parlamento que no se llena casi nunca, para ver la actuación de un show man virtual. Zelensky llegó en su plasma para llenar nuestra carpa nacional para ofrecernos su dogma al que nadie puede, no ya contradecir ni siquiera debatir.

Lleno a rebosar en las butacas con mezcla de grupos políticos y diplomáticos, esa nueva aristocracia que desea un lucimiento internacional. Qué bonito la fusión del sonido de los aplausos. Juntos ETA-Bildu y VOX, quién lo iba a decir… Daría pena si no nos conociéramos ya todos. 

El Globalismo es la forma de pensar y de sentir a contranatura y sin fisura alguna. Desde la política a los medios, como un hombre solo, conducen la Idea.

Zelensky quizá fue el más honesto, mayormente porque sabe su oficio: vino a hacer su labor de propaganda y además dejó dos matices: manipular nuestra historia con Guernica y denunciar a empresas españolas… por hacer negocios. Tela. Dos factores que sólo pueden ser asumidos por tierras tercermundistas, que es a lo que han convertido a su país los españoles. Entre la Memoria histórica y la falta de orgullo Dan una mezcla de pena y asco.

Un showman hace aplaudir a títeres que, a su vez, dirigen monigotes. Es lo que hay.

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