Se inaugura enero en Castilla con la llegada de los Pingüinos. Aparecen desde todos los rincones del planeta, rasgando el velo de las nieblas de Mesetaria, para hacer su entrada entre acordes de barítono. Sinfonía de libertad, continuación en chupa de cuero del concierto de año nuevo que, en dúo, nos inauguran un año desde el aire libre.Tras los problemas de pasadas ediciones, frustradas entre piques de organizadores, protagonismo ecologista de propaganda y nada, gestión nula de ayuntamientos y demás ayuda de organizaciones especializadas en desorganizar… no han podido frenar una nueva marea popular este año.

La libertad encarnada en el motor y camaradería, adornada por la leyenda y los cascos, acelera una mitología de los últimos arquetipos de héroes que se presentan para celebrar una forma de vida.La concentración motera por excelencia, vuelve a Valladolid por la puerta grande. Y volviendo, ventilan a un país colapsado abriendo, a golpe de motor, un grito de unidad.

En un país donde las concentraciones, marchas, movidas y demás están diseñadas en festivales de odio, estilo Orwell, siempre en frente de otro, sea éste personal, conceptual o simbólico, hay un pueblo nómada y de cuero que se abre camino para crear grupo. Un arte por el arte que no busca más que mostrar una forma de vivir y de ser. Los moteros no se explican simplemente por el amor a una máquina, sino por un manera de ser y existir, que crea carácter, desde esa máquina, expulsando todo un estilo que se hace visible en el espíritu de un acelerón para, fraguado con la niebla, dibujar un tatuaje de libertad.

Mientras los países se van rompiendo bajo la mirada astuta de los que, arriba y abajo, buscan su negocio entre los restos, celebramos que hay otro país más allá del embrutecimiento autista-mediático-político cuya realidad acartonada se dibuja diariamente. Este pueblo, errante y veloz, cabalga su libertad entre asfaltos. Si la Patria es un grupo de hombres y mujeres que, juntos, quieren hacer algo, veamos a nuestros Pingüinos testimoniarlo entre el frío de la Meseta. Entre los pinares, carreteras y las bodegas, una fuerza vuelve, con todo y pese a todo.

Enhorabuena, sean bienvenidos y adelante.

En El Español: http://www.elespanol.com/blog_del_suscriptor/opinion/20170116/186551344_7.html

Deja una respuesta

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.

ACEPTAR
Aviso de cookies