Dedicado al Olimpo del Arte en celuloide en un año en que se produjo un diluvio excesivo de Estrellas

Parpadeo cada vez más lento, los ojos caídos van abriendo el telón hacia el sueño y la respiración se alarga expectante. La tableta se va cayendo de las manos y los últimos fotogramas por ver se van idealizando en el intervalo becqueriano.

De golpe una bocanada de puro habano me abre los ojos enrojecidos. Tony Soprano me mira fijamente:

– «Estoy esperando mi artículo homenaje, motherfucker, mañana ya es final de año y no hablas de mi. Escribe, fuck ,now.»
– «Pero Tony», balbuceo con un nudo en la garganta, «te escribí una nota en mi blog y feisbuk…»
– «¡What!? No es eso lo que quiero, sino algo en Estrella Digital, algo grande ,write down!»

Sus manos como morcillas ponen, como haciendo magia, una máquina de escribir en frente de mi. Tony desaparece con un gesto amenazante de su dedo, miro a la máquina, presiono una tecla… y no hay tinta. Aterrorizado me dirijo hacia la puerta y salgo por el pasillo. El bar está a rebosar, no es el Bada Bing, es… el Café Gijón.

– «No te preocupes chico, ya llegará la inspiración, tomate algo con nosotros».

Es la voz de Maria Asquerino que me guiña un ojo con picardía. Se está tomando un cubata con O’Tooleque sonríe con asimetría dandy, cigarro en mano como un cetro de oro.

– «fancy a pint? Tu ya escribiste sobre mi, brilliant, thanks a lot».
– «De mi nada»,
interrumpe Asquerino, pero es igual, cuando vayas a la próxima tertulia del Gijón con tu bohemia, me mencionas, ¿vale?»

Me piden una pinta, me acomodo y cuando vamos a brindar un camarero aparece duplicado entre espejos y susurra: «le esperan en el reservado, vamos». No me puedo oponer, el gesto es amenazante y hay un metal bajo la bandeja. Paso a la habitación:

– «Siéntate ahí, juegas conmigo de postre, calla y haz lo que te diga»

El Piojo, Alfredo Landa, me ofrece cartas, me hace sentar y continua dando órdenes desde el bigote:

«Tú mus hasta mí y hablo yo, pon música Fernando». Suenan coplas de Marifé de Triana.
«Os conocéis todos». Fernando Guillen y Marivi Bilbao son la otra pareja. «Ya te ha explicado Tony que queremos todos un articulo homenaje, chico listo, que tu solo escribes de los consagrados de Hollywood, y eso no está bien, los nacionales queremos el homenaje, ¿visto? ¡Ah y envida tres, coño!»

«La 31 para mi», dice Mariví, «la fecha plazo para tu artículo, ya ves JM, nos salimos, por cierto…»
– «Chico, esto no es lo tuyo, vete a escribir, anda», sentencia Fernando.
-» …y rápido», sentencia el Piojo Landa, «antes del 31, como dice Mariví»

Salgo, O’Toole me ve a lo lejos y me pide otra pinta.

«No,no,sorry, bye…»

Hace frio en Madrid, tengo que buscar un sitio para escribir y va siendo tarde. Una limusina frena en seco enfrente de mi camino, la ventana de atrás se abre, una mujer sonriente y hermosa me dice que me acerque, es Amparo Rivelles.

– «¿Hola JM, te llevo a algún sitio? Se espera impaciente en el Olimpo tu homenaje a las Estrellas y te veo apurado. Por mi no te preocupes, ya escribiste la mía y era preciosa, gracias.»

Me subo e invadimos la Castellana con una copa de champán.

– «Te dejo en el Ritz, que se que te gusta y allí te inspiras.» 

Me deja la sonrisa, la beso la mano y entro en mis salones favoritos. Pido un vino, hay actuación musical especial: Johnny Fontanacanta meloso y me divisa desde el escenario.

– «Dedicado para JM, a ver si escribe, por fin, un articulo homenaje sobre las estrellas que entramos en el Olimpo en este maravilloso año».

Se vuelve la gente a mirarme mientras la pista de baile se llena. Pruebo un sorbo de mi copa y unos ojos maravillosos se reflejan en el fondo.

«let’s dance, JM».

Es Escarlata O’Hara, coqueta, media sonrisa, todo pestañas y feminidad, de rojo inmanente. «Oh dear, no te preocupes, ya escribiste sobre mí, que al fin y al cabo soy la importante, al resto con unas líneas de nada vale«… sonríe maliciosamente.

Me arrimo a su ser aprovechando el baile lento pero una palmada en la espalda me hace temblar. Un bandolero me mira desafiante:

«Tu debías estar currando, chaval, ya te ha dicho Tony lo que tienes que hacer». » El estudiante» Pepe Sancho me aparta de Escarlata y me muestra el trabuco sin miramientos. «Date prisa».

«¡Qué salga Manolo Escobar a cantar un pasodoble!» La pareja se queda bailando y pierdo los ojos de Vivien.

Meditabundo salgo hacia la puerta, no sé que hacer, no me concentro y no hay sitio para escribir. Estoy hundido cuando de pronto una voz poderosa e interior dice: «¡vamos, JM, vete al Palace, escribe allí y… alégrame el dia!».

Es la Voz de Constantino Romero modulando mi ánimo y ordenando. No se hable más, salgo, saludo a Neptuno y entro como una exhalación en el «Palace».

Con discreción total me voy a uno de los salones donde se que no hay nadie, pero me tropiezo con Joan Fontaine:

What a wonderful surprise… have a drink«.

Me paro, no hay peligro porque de Jane ya he escrito y está agradecida porque puse a parir a Olivia. Nos sentamos un momento y se abre el escenario como un cielo barroco:

«Fumaaando espeeeero….» La bocanada de humo me llega a las entrañas del corazón. Saritísimaclava los ojos en mí vida entera y me paraliza en la butaca. Es una hipnosis, se acerca poco a poco con su cigarro y cantando se pone al lado. 

– «¿Me has escrito ya?… caaa-riiiii-ñoooo?»

El humo hipnótico me lleva a un estado de niebla feliz, cuando se va disipando consigo ver algo, pero el rostro de Sara ha desaparecido y el aroma de carmín, beso y nicotina cambia al bronco de habano.

La cara de Tony Soprano está frente a mí de nuevo apuntándome por debajo de la mesa.

– «¿Dónde está my fucking writing?»

No sé qué decir. Esto es el final. The end.

-«¡Venga señores, alegría, alegría!»

Miramos los dos asombrados hacia la izquierda: Lolita Sevilla se sienta ente nosotros.

-«Vamos, niños, a divertirnos, americanos y españoles unidos, que suene la música».

 Nos levantamos y nos lleva a la barra cogidos del brazo cantando «A-me-ri-ca-nos, ole!». Tony me mira con rabia oscura y antes de llegar a la barra aprovecho a escapar por los pasillos a todo correr.

– «¡My writing!» Grita Soprano. Corro, me escabullo, abro puertas, sigo, las pisadas del gánster me intimidan.

Abro un portalón que da a una piscina inmensa. Cierro y trato de contener la respiración…afuera las pisadas se ralentizan en un eco final. La puerta se va abriendo, no queda más remedio… me tiro a la piscina al mismo tiempo que la puerta se abre.

Todo se ilumina y bajo el agua hay un mundo de sirenas donde una rubia llena de infinito me sonríe y me besa: Esther Williams me sube a la superficie.
Una risotada me recibe en el exterior. Todo un Olimpo de Estrellas rodea la piscina partiéndose de risa.

Gracias a todos los que nos hacen soñar: Fernando, Joan, Marifé,María, Pepe, Mariví, Sara, Alfredo, Costantino, Esther,James, Jimmy, Manolo, Amparo, Eleanor, Peter, Joan, Lolita, Elvira……………………………..

 DEP

Deja una respuesta

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.

ACEPTAR
Aviso de cookies